Si se mira bien, la izquierda todavía está en posibilidades de retener el gobierno estatal en la próxima elección del 7 de junio. Y existe un motivo muy fuerte para empujar una coalición partidista de facto: la marcada imposibilidad de la candidata del PRD a gobernador, Beatriz Mojica Morga, para evitar la cada vez más numerosa y acumulada fuga de militantes perredistas, que lo mismo se van con el candidato a gobernador del partido Movimiento Ciudadano (MC), Luis Walton Aburto; que con el del PRI, Héctor Astudillo Flores. Esa ausencia de operación política inteligente solo puede conducir a un solo camino a dicho partido que proyecta una crisis política terminal: la derrota electoral anticipada. Los hechos así lo reflejan.
LA POSIBLE COALICIÓN DE FACTO.- En el PRI, festinan por anticipado un triunfo electoral que saborean sin haberlo obtenido. Apelan a la continuidad de un escenario deseable para ellos: la división de la izquierda que termina beneficiándolos. Pero hay coyunturas políticas en plena incubación. Basta con ubicarlas: 1.- El dirigente estatal del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán, acaba de admitir tácitamente, la crisis interna en su partido que nadie quiere reconocer. Y que se encuentra asociada a la inoperatividad política de su candidata a gobernadora. Lo cual se está traduciendo en inevitables desbandadas de notables militantes que lo mismo han emigrado al MC que al PRI. El último de ellos fue el ex diputado local, Esteban García García, quien decidió renunciar al PRD para sumarse al candidato del PRI. Ese tipo de acontecimientos debilitan desde donde se le vea, no solo a dicho partido, sino a su candidata a gobernadora, quien proyecta así, una imagen de pasividad y conformismo ante estas coyunturas de crisis. Reduciendo las posibilidades de triunfo para el proceso electoral en puerta. 2.- Mañosamente, el dirigente estatal del PRD, Celestino Cesáreo, apela que el candidato a gobernador del MC, Luis Walton Aburto, se mida “en una o dos encuestas” con la candidata del PRD, Beatriz Mojica Morga, a fin de empujar una candidatura de facto. Sin embargo, el problema es que ambos ya se midieron con anterioridad. Y, pese a la ventaja de Walton, el PRD y sus tribus se negaron a reconocerla. Decidieron encumbrarla como candidata y tirar a la basura la coalición partidista de facto a gobernador. Hoy Beatriz Mojica no está sumando, sino restando. Y Walton adquiere los ejemplares perredistas inconformes. Se los lleva al MC. Otros los adquiere el PRI. En este carril, ¿hará válida esta vez la encuesta el PRD para cambiar el rumbo en la disputa electoral y política por el gobierno estatal? ¿Qué tan creíble y cierta es la postura del dirigente estatal perredista? 3.- El sentido común es terco: si la candidata perredista no está sumando a su causa a personajes de cierto peso político, en detrimento de un resultado electoral adverso por anticipado, ¿cuál es la razón convincente por la que tendría que ir encabezando las encuestas de los partidos de izquierda? Es obvio que en este sentido, el candidato del MC, Luis Walton, no solo aparecería arriba en dichos levantamientos estadísticos, sino que además está ganando la partida en el terreno de la negociación política inteligente, pues ha sumado a notables perredistas a su proyecto político. Y ese hecho quiérase o no, ya puso nerviosos a la tribu los chuchos de NI, que son los verdaderos dueños del PRD. Walton debe ser por elemental sentido común, el candidato de facto que los partidos políticos de izquierda deben enviar a la competencia electoral. Y que el dirigente estatal perredista, se empeña en dirimir a través de una encuesta. Sin embargo, a estas alturas, esa actitud ya no cuenta ni es válida, dada la existencia de un escenario de desastre. También, la eventual fragmentación del voto que van a disputar los partidos pequeños o bonsái. Y la actitud triunfalista y arrogante de un candidato priísta que ya siente en la bolsa sin tenerlo, el gobierno estatal. La izquierda atraviesa en estos momentos, por sus horas políticas más oscuras. El horno no está para bollos como para seguir oscureciéndolas. Su reivindicación es ahora o nunca.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Un prolongado silencio ha guardado el diputado local priísta, Rubén Figueroa Smutny, tras la inminente designación del oncólogo, Marco Antonio Terán Porcayo, como candidato del PRI a la alcaldía de Acapulco. Trasciende que Figueroa Smutny, podría haber negociado una diputación federal por la vía plurinominal. Y de esa forma, evitó confrontaciones políticas mayores con la dupla Añorve-Astudillo. Pero la tensión política sigue al interior de ese partido. No cesa.
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