Por Luis Chimal | guerrerohabla.com

Taxco de Alarcón: entre callejones y paisajes


Se dice hay más de 75 callejones en la ciudad, cada una muy diferente de la anterior, lo cual es algo sublime porque es una invitación a descubrir a donde conduce cada una de ellas.

Taxco de Alarcón: entre callejones y paisajes

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Abril 03, 2016 12:17 hrs.
Turismo ›
Por Luis Chimal › guerrerohabla.com

Se dice hay más de 75 callejones en la ciudad, cada una muy diferente de la anterior, lo cual es algo sublime porque es una invitación a descubrir a donde conduce cada una de ellas.


México se encuentra rodeado de tradiciones, naturaleza, gastronomía y arquitecturas imponentes, que dejan entre ver las raíces y la historia por la que ha pasado el pueblo mexicano. Uno de estos lugares que se han vuelto una ventana de magia y misticismo, es Taxco.

Una vez que se entra a la ciudad se detiene el tiempo, por lo que a cualquier lugar al que se dirija la mirada podemos ver callejones que parecen laberintos, casas de estilo colonial y algunas iglesias de estilo barroco. Lo más sorprendente es que a pesar de ser del Siglo XXI aún conservan estos rasgos que lo convirtieron en uno de los Pueblos Mágicos MÁS HERMOSOS con los que cuenta el país.


Al llegar al centro de esta ciudad se siente un ambiente de tranquilidad y nostalgia, al mostrar un México del que solo vemos en fotografías. En este espacio podremos encontrar un quiosco, rodeado de árboles y bancas que se conjugan con el bello templo de Santa Prisca, todo esto rodeado de tiendas de plata, la Casa de Cultura Casa Borda y numerosos restaurantes que te invitan a disfrutar un momento gastronómico con bellos paisajes que parecen de postal.


Una vez instalados en hotel era momento de conocer lo más emblemático de la ciudad, que son los callejones. Se dice hay más de 75 callejones en la ciudad, cada una muy diferente de la anterior, lo cual es algo sublime porque es una invitación a descubrir a donde conduce cada una de ellas.


Mientras conocíamos la ciudad visitamos algunos templos, algunos de ellos sencillos en su interior y en su fachada pero los elementos a su alrededor conjugado con el paisaje a su alrededor los hacían ver imponentes.


Una de las cosas más curiosas en este recorrido fue encontrar pasamanos en las calles, esto debido a que son tan empinadas y en algunos casos resbaladizos que por seguridad de los pobladores y los visitantes tuvieron que colocarlas.


Además en el trayecto encontramos estatuas de los flagelantes y encruzados (poseen un rollo de ramas espinosas sobre los hombros y atan sobre sus brazos), en la que los turistas aprovechan para tomarse la foto del recuerdo. Recordemos que estos personajes participan en la Procesión de las Ánimas dentro de los festejos de Semana Santa.


Ya en la noche del Domingo de Resurrección en la que visitamos este Pueblo Mágico pudimos presenciar la Procesión de la Resurrección del Señor, que es acompañado por las imágenes de la Virgen María y San Miguel Arcángel, para después dar inició a la quema del castillo y presenciar los fuegos artificiales.


Otra de las curiosidades de visitar Taxco es conocer la ciudad de noche, ya que al encenderse las luces en las calles o de los lugares emblemáticos como el Templo de Santa Prisca, la ciudad cambia, donde los callejones cobran vida y se vuelven lugares románticos y de ensueño. El lugar es idóneo para tomar fotografías, tanto de los principales atractivos, como de la ciudad misma, en donde el cielo nocturno se engalanó con una luna llena.


Al día siguiente era hora de visitar el mirador del Cristo de Taxco, por lo que tomamos un taxi que nos llevó por calles muy angostas, en las que solo cabía un solo automóvil, algo curioso resultaba cuando en la calle de doble sentido el taxi se topaban con un carro de frente, porque maniobraban de tal manera que el carro que bajaba pudiera pasar, mientras el taxi se orillaba, como si se tratara de un tetris que trata de embonar sus piezas.
Una vez en el mirador disfrutamos en primera instancia la espléndida vista que ofrece de toda la ciudad, como si estuviéramos viendo en tiempo real Google Maps, para después identificar desde ese lugar cada rincón que habíamos conocido. Y no podía faltar el admirar el Cristo que desde abajo se veía diminuto pero que estando en el mirador, su tamaño asemejaba a uno de los gigantes del cuento de Hans C. Andersen, Las habichuelas mágicas.

Ya de regreso al centro de Taxco pasamos a conocer La Casa de las Lágrimas, lugar que presencio diversas tragedias, una de ellas fue la muerte de una joven a manos de su propio padre, que al quedar enamorada de un hombre al que su padre nunca aprobó este prefirió quitarle la vida.

Este lugar cuenta con diversos objetos que trajo Fidel Figueroa, quien fue uno de los propietarios, sin embargo una de las curiosidades del museo son los pasadizos con los que cuenta, uno de estos lugares secretos llega hasta el templo de Santa Prisca.

Después de esto recorrimos el templo de Santa Prisca, lugar emblemático en el que te ofrecen visitas guiadas, para conocer a fondo la historia que engloba su construcción y del órgano 100% mexicano que se encuentra en su interior.

Ya a punto de partir a la Ciudad de México visitamos algunos puestos de artesanías, tiendas de plata e inclusive nos topamos con un puesto de árboles elaborados con cuarzos, que conquistaban a quien osase encontrarlo. Minutos después dejamos la ciudad con un sentimiento de tristeza al no querer abandonar el lugar que te hizo sentir como en casa.

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