RODOLFO VILLARREAL RÍOS

RECORDEMOS QUE LA PEDRADA FUE LANZADA EN “PRIVADO”

Plata Pura

RECORDEMOS QUE LA PEDRADA FUE LANZADA EN “PRIVADO”

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Marzo 02, 2015 01:23 hrs.
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Cosas peores hemos escuchado acerca del país y nosotros sus moradores. Varias veces hemos enfrentado la discriminación a causa de nuestra nacionalidad y tonalidad de la epidermis. Sin embargo, evitamos usar el lábaro patrio como cobertor. Hoy, los carentes de memoria histórica, llevados por sus preferencias políticas-económicas-religiosas, se regocijan de que el ciudadano argentino Jorge Mario Bergoglio Sivori, el líder de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, el Jefe del Estado Vaticano o el papa Francisco, haya decidido con brocha gorda endilgarnos que todos los mexicanos somos sinónimos de lo negativo. A la par, se enardecen y claman que hubo exageración en la respuesta. Inclusive, entre ese grupo hubo quien salió a decir que el gobierno mexicano andaba tan mal que hasta le protestaba “al mismísimo papa.,” válgame Dios diría el creyente. Esos mismos, cuando el ciudadano estadounidense Donald Trump invita a no invertir en México, ensabanados en la bandera descalifican al mercader neoyorkino de quien no nos ocuparemos. Comentaremos sobre el conflicto suscitado por los decires del partidario del San Lorenzo de Almagro y porque consideramos que enviar una nota diplomática fue una medida acertada, tras de varias erróneas, del gobierno mexicano
Si nuestros gobernantes fueran estudiosos de la historia se habrían percatado de que no hay motivo para postrarse de hinojos ante los miembros de la curia. Hubo un par de mexicanos que ganaron la estatura de estadistas no simplemente por su visión para estructurar una nación hacia el futuro, sino también porque supieron poner en su justa dimensión las relaciones estado-iglesia, sus nombres: Benito Pablo Juárez García y Plutarco Elías Calles. Ante ese par de ejemplos, ¿Cuál fue el objetivo al enviar, hace meses, al secretario de relaciones exteriores, José Antonio Meade Kuribreña a desempeñar el papel de implorante para que el papa Francisco visitara México? Le dieron con la puerta en la nariz, mientras se burlaban a sus espaldas. ¿Será muy difícil para los “think thanks” del Presidente Enrique Peña Nieto percibir que entre él y el Jefe del Estado Vaticano no hay “química” y por ello se niega a visitar México? ¿Será muy problemático dilucidar que el jefe de la iglesia católica no puede desprenderse de su condición de Jesuita y por tanto no le es factible ver con simpatía a quien estudió en la Universidad Panamericana propiedad de los miembros del Opus Dei? ¿Sabrán cómo se dieron las relaciones entre Pedro Arrupe Gondra y Josemaría Escrivá de Balaguer? ¿Les será muy difícil hacer la sinapsis respecto a aquello del “Yo soy 132” y el ataque que sufrió el entonces candidato presidencial, Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, feudo de los Jesuitas, o creerán que fue un acto de descontento espontáneo? Pero mientras esas preguntas encuentran respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Solamente con una alta dosis de inocencia puede creerse que en el mundo hay asuntos casuales. Como nos lo dijera hace tiempo el economista sinaloense, Sergio Enrique Castro Peña, en esto nada es casual, todo es causal. Nos referimos a lo sucedido a principios de esta semana cuando un ciudadano argentino dio a conocer una carta “privada” que le envío otro compatriota. Quien anteriormente aconsejó que sí algo no agrada, pues a componerlo a punta de ca…rambazos, ahora le da por etiquetar un país y a sus ciudadanos para hacernos símil de lo negativo. Esto no tendría nada de significativo sí simplemente se tratara de un ciudadano común, pero resulta que el etiquetador es el Jefe del Estado Vaticano, el ciudadano argentino Jorge Mario Bergoglio Sivori, reconocido entre los miembros de su iglesia como el papa Francisco. Aquí cabría preguntarnos: ¿Desde cuándo un jefe de estado o líder de una organización puede separar sus actos privados de los públicos? Pero mientras esa pregunta encuentra respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Desde hace años, en este espacio, hemos apuntado lo importante que es mantener la separación entre el estado y la iglesia. Con documentos históricos de fuentes primarias hemos expuesto como quienes se dicen representantes de fuerzas celestiales, solamente buscan hacerse del poder terrenal. Al respecto, recordamos un par de artículos publicados en este espacio: “Los Papas y México I y II” (El Diario de Taxco.com 07-VI-14 y 14-VI-14). Siempre arguyen que lo de ellos es la salvación de las almas pecadoras, algo de lo que cada día están más alejados, mientras se inmiscuyen en las acciones de política. ¿Será esta una percepción errónea? Pero mientras esa pregunta encuentra respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Alabamos la postura firme de enviar una nota diplomática por parte de nuestro gobierno. Sin embargo, no entendemos porque el secretario Meade Kuribrena, con cara compungida, salió a decirnos: “Manifestamos tristeza y preocupación respecto de los comunicados que se hicieran....” No tenía por qué hacerlo. ¿Acaso no se ha percatado de los apetitos de poder que ayer y hoy han caracterizado a la institución objeto del reclamo? ¿Recordara que esa misma institución durante tres siglos bendijo la espada, el látigo y el hierro candente, mientras santificaba la esclavitud? ¿Habrá olvidado que, gracias a previo pago pecuniario, miembros de esa institución apoyaron la perdida de la mitad del territorio y nunca reparan en crear conflictos internos que han costado la vida a miles de mexicanos? Pero mientras esas preguntas encuentran respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Tras entregar la nota diplomática y esperaban la respuesta, aparecieron los justificadores de avanzada. La Conferencia del Episcopado Mexicano apuntó que fue un "comentario privado y personal" que hizo el papa Francisco. No buscó "estigmatizar" a México, “Hay que ubicar (lo que dijo) en su justa dimensión. No es un comunicado oficial, no es una postura oficial ni del Estado Vaticano ni de la Santa Sede sino un comentario personal y privado del Santo Padre que no pretende denostar o criticar negativamente a nuestro país, sino manifestar una realidad que todos vemos…” Si alguien estima que dar a conocer dicho comunicado fue un acto espontáneo del destinatario y que la fecha coincidiera con que el jerarca católico se fuera a un retiro espiritual, habrá que felicitarlo por poseer una alma pura con lo cual habrá asegurado un lugar en el reino de los cielos. Sin embargo, nosotros, pecadores, estimamos que el acto fue premeditado y los tiempos fueron bien calculados. ¿Nos podría alguien decir que poderes especiales posee el ciudadano Bergoglio, los cuales le permiten desdoblarse en tres personalidades, Jefe del Estado Vaticano, líder de la iglesia católica y ciudadano y en función de ellas emitir opiniones públicas y privadas sin que unas afecten a las otras? Pero mientras esa pregunta encuentra respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
El arzobispo de Morelia, Alberto Cardenal Suárez Inda, recién estrenado, salió a decirnos que a “el Papa tiene algunas expresiones muy atrevidas y muy picosas en cierto sentido…” ¿Y que sigue, desternillamos de risa ante los dichos del ciudadano Bergoglio? Pero mientras esa pregunta encuentra respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Al presentarse la nota diplomática, mandaron llamar al embajador Mariano Palacios Alcocer y lo remitieron con el subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Antoine Camilleri, los jefes estaban en retiro espiritual. ¿Eso fue para recalcar que el asunto mexicano es de segundo nivel? ¿Se habrán percatado de ello nuestras autoridades? Habiendo atinado el ca..rambazo, escribieron que "El Papa no quería absolutamente herir los sentimientos del pueblo mexicano, que ama mucho, ni desconocer el compromiso del gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico. La Santa Sede considera que el término ‘mexicanización’ de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México” ¿En verdad? ¿Algún día, el etiquetador saldrá públicamente a pedir disculpas y remover el sambenito que estima, desde su “privacidad,” debemos de cargar los mexicanos? Pero mientras esas preguntas encuentran respuesta, recordemos que la pedrada fue lanzada en “privado.”
Efectivamente, las cosas no andan bien en México. Sin embargo, ¿Hasta dónde influyeron en los decires del ciudadano Jorge Mario Bergoglio Sivori, del Jefe del Estado Vaticano, del líder de la iglesia católica llamado Francisco, o de cualquiera de las tres personalidades que desee adoptar según sea la ocasión, los efectos que tienen sobre algunos negocios las reformas aprobadas, pero que cada vez encuentran más obstáculos para concretarlas? ¿Hasta dónde afectó el hecho de que hace tiempo se anunciara que la curia también tendría que cubrir sus impuestos como el resto de los mortales? ¿Hasta dónde esas palabras reflejan el activismo de los religiosos que andan en busca de una nueva constitución y no paran en apoyar cuanta manifestación haya en contra del gobierno mexicano? Pero mientras esas preguntas encuentran respuesta, en esta ocasión debemos de reconocer que el gobierno mexicano actuó correctamente al presentar una nota diplomática, no importa que la pedrada haya sido lanzada en “privado,” eso no aminora el daño causado. vimarisch53@hotmail.com






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