¿Qué tanto es tantito?

Si es necesario se recurrirá al uso de la fuerza pública ’para devolver la libertad y tranquilidad a las entidades y sus habitantes’, dijo el secretario de Gobernación en un foro realizado en Acapulco.
Con ello quiso devolver el sosiego a ciudadanos afectados, empresarios quebrados y luego amenazados por el fisco en caso de no pagar impuestos, alumnos sin clases, y en general a la población afectada en las regiones en que maestros inconformes y sus simpatizantes bloquean caminos, retienen autobuses y camiones, paralizan el ferrocarril, vandalizan instalaciones diversas, y por supuesto mantienen cerradas muchas escuelas.
Antes el funcionario, sobre el mismo asunto, había advertido que el tiempo estaba agotado.
Del tiempo agotado, ha pasado mes y medio, y por ello la única duda es cuándo se hará necesaria la aplicación de la ley.
El sentido común supondría que en un Estado del siglo XXI la ley se aplica siempre y no sólo cuando no queda de otra.
Por lo visto no es así, por lo que la duda crece. ¿Cuándo el tiempo agotado terminará de agotarse? ¿Qué falta para devolver la libertad y la tranquilidad a regiones enteras? ¿Cuáles son los parámetros y criterios para hacer que se respeten los derechos de tránsito, de trabajo, de educación y demás de cualquier persona, adulta o niña?
Hay bloqueos carreteros que se han sostenido por semanas y meses, casetas de autopistas tomadas intermitentemente, pese a una promesa presidencial del año pasado de que no volvería a ocurrir, el nivel educativo en los estados del sureste es el peor del país y no se ve cómo va a mejorar, la paralización de la economía no sólo afecta a los empresarios, sino la posibilidad de que se genere empleo e ingreso para la población y se reduzcan las cifras de pobreza.
Pero hay que priorizar el diálogo, para lo cual se liberan a los líderes de los rijosos ya consignados, se reintegran descuentos por faltas y plazas a los despedidos, concesiones que presumen los inconformes sin que se desmientan estas ilegalidades, a cambio de lo cual la CNTE sólo devuelve amenazas de más bloqueos y paros.
Con todo lo cual la duda subsiste: si la necesidad no es urgencia extrema ahora, ¿cuándo?