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Poner las barbas a remojar



Fue ejecutada la alcalde, no se involucró con la delincuencia

Poner las barbas a remojar

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Enero 04, 2016 22:57 hrs.
Periodismo ›
Ismael Euroza › diarioalmomento.com

Temixco. Mor- El precio que deben pagar los políticos que no se apegan a la ley de la delincuencia organizada, es la vida, por lo que Gisela Mota Ocampo, tuvo que llenar ese requisito, porque esto está implantado en todo el Estado de Morelos, los alcaldes electos deben de poner su barbas a remojar, ahora la valiente mujer ejecutada a balazos ya descansa en el panteón municipal.
La mayor parte de habitantes de Temixco, le dieron el último adiós a Gisela, la gente se reunió en la calle Lazaro Cárdenas de la colonia Pueblo Viejo, familiares y amigos de esta, así como gente de las diferentes colonias del municipio estuvieron presentes.
Se celebró una misa de cuerpo presente en medio de un fuerte dispositivo de seguridad de los tres niveles de gobierno, Coronas ramos florales y veladoras fueron colocadas en las afueras de la casa de la edil ejecutada por la delincuencia organizada.
A las 9 de la mañana el Obispo de la Diosisi de Cuernavaca Ramón Castro y tres sacerdotes más, oficiaron la misa de cuerpo presente donde se rezó por el descanso de Gisela Mota, donde dijo en el sermón que los responsables de quitarle la vida a Gisela, tendrán que darle cuentas a Dios, de sus acciones perversas, la justicia humana faya, la justicia divina no, Dios es justo y hace justicia sentenció el obispo en su sermón.
Pidió no culpar a Dios, el señor es bueno y quiere lo mejor para nosotros, el mal viene de la malicia que existe en el corazón del ser humano, aseveró, que el corazón del hombre tiene que cambiar, en este momento difícil es a que no permitamos dejarnos llevar por el mal también, por lo que les pidió rezar por los asesinos, pero recuerden que Jesús oró por quienes lo crucificaron y ese es el camino de la liberación.
Después de esta misa que se realizó en el Palacio Municipal de Temixco, se celebró otra misa esa en casa de los padres de Gisela Mota Ocampo, y de ahí partió el cortejo fúnebre, donde todo el pueblo se volcó a acompañarla al panteón ejidal de San Rafael Pueblo viejo, asentado en la colonia del mismo nombre. El adiós a una luchadora del PRD

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