Matrimonio y mortaja de Los Pinos baja

POLÍTICA

El presidente mexicano anuncia que modificará la Constitución para legalizar el matrimonio homosexual y la adopción


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Cuando la violencia, el crimen organizado, la pobreza, la exclusión y la marginación crecen, ’lo mejor que se puede hacer’ es abrazar los derechos de las minorías y hacer público el compromiso con sus demandas.

Esa podría ser la lección que deja la actuación, en la última semana, del presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Aliado con algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el presidente mexicano dijo que modificará la Constitución para legalizar el matrimonio homosexual y, de paso, la adopción de menores por parte de las parejas del mismo sexo que así lo deseen.

De colores es la política

¿Por qué busca el presidente de México subirse a este tren de lo ’políticamente correcto’ cuando en el país existe un número cercano a 60 millones de pobres?

Estudios sobre el tema señalan que solamente 3 de cada 100 mexicanos podrían ser homosexuales, lesbianas, transexuales… ¿Se trata de echar una ’cortina de humo’?

Cosa nunca vista en México: tanto el perfil en Twitter de Peña Nieto como la casa presidencial de Los Pinos aparecieron, el martes pasado, cubiertos con los colores del arco iris, propios de la bandera de la diversidad que esgrime el lobby gay en el mundo.

En México, donde se ha dado una competencia brutal por imponer los colores de los partidos dominantes en puentes, construcciones, fondos de anuncios, etcétera (rojo para el PRI, azul para el PAN, amarillo para el PRD), el poder se reafirma a través de ellos.

Pero, de pronto, la institucionalidad, guardada a través de las formas, fue echada por la borda por el presidente mexicano en su tarea de congraciarse con este colectivo, el martes 17 de mayo durante la celebración del Día Nacional de Lucha contra la Homofobia.

Ahí anunció la iniciativa de Ley que propondrá al Congreso –que cuenta con la mayoría de su partido político—para modificar el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Código Civil Federal ’para que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación por motivos étnico, nacional, discapacidad, condición social, religión, género o preferencias sexuales.’

’Así quedaría explícito el matrimonio igualitario en nuestra Constitución’, expresó el presidente Enrique Peña Nieto quien ’instruyó’ a su gabinete para crear campañas contra la homofobia.

Mal consejo

’El que aconsejó a Peña Nieto tomar tal postura, honestamente lo metió en líos. Quién lo invitó al baile cuando no se ha podido mover bien y con ritmo para resolver los graves problemas de corrupción y violencia que nos aquejan, le hizo un flaco servicio’, ha escrito al respecto el publicista y analista mexicano Pablo Mier y Terán.

Y no nada más en cuestión de ’matrimonio’, pues el presidente Peña Nieto habló de que va a proponer, incluso, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, lo cual ha sido avalado por el ministro de la SCJN, Arturo Zaldivar Lelo de Larrea.

El ministro expuso que debido a que no se puede discriminar a las personas homosexuales que contraen matrimonio, ’lo lógico es que tengan los mismos derechos de una pareja heterosexual, como lo es el derecho a adoptar.’

Al respecto, señaló que ha estudiado el tema ’a fondo’ y está convencido de que ’no hay ninguna evidencia científica de que las parejas del mismo sexo tengan una connotación de prejuicios psicológicos o de ningún otro tipo a los menores’.

Así, alineando al presidente de México y a los ministros de la SCJN, el colectivo LGTT de América Latina se ha anotado un indudable triunfo en la difusión de sus intereses y en la colocación de estos en el marco de la nueva realidad de los derechos ampliados.