La política es también de habilidades y astucias. Aprovechamiento de la coyuntura a fin de obtener beneficios. Formas increíbles de horadar defensas y resistencias de los adversarios. Construcción de caballos de Troya con paciencia, a fin de alcanzar objetivos de poder. Simulaciones reiteradas para conseguirlos. Pleitos domésticos que llevan escondidas otras intenciones. Eso es al menos, lo que el candidato del PRI a gobernador, Héctor Astudillo Flores, construyó a lo largo de su carrera política. Y justo en la actual coyuntura, sacó todos sus naipes a fin de caer parado en un eventual escenario de desastre electoral para su partido. Es cuestión de atar los cabos para entenderlo mejor.
CANDIDATOS DEL PRD Y DE ASTUDILLO.- Dicen que el candidato del PRI a gobernador, Héctor Astudillo, proyecta dos defectos muy marcados: suele ser muy rencoroso. Y no deja crecer a quienes internamente, se la rifan con él. El pastel prioriza siempre, sus personales intereses de poder. No cede más allá de lo que considera que merecen todos aquellos identificados como subalternos suyos. Quizás por esa razón, algunos de sus cuadros políticos decidieron emigrar hacia el PRD. Sin que ello signifique que renuncien también y de fondo, a su origen y cuna política. Hay cuando menos dos casos recientes y muy visibles de todo lo anterior: 1.- Desde la elección de julio de 2012, el ex síndico de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, renunció al PRI. El motivo: los grupos de poder tricolores le cerraron la puerta. No lo dejaron competir por la diputación local. A pesar de esa abrupta salida de su ex partido, siempre se le identificó como un cuadro político forjado en la escuela astudillista. Por esa razón y también por carecer de un cuadro electoral competitivo para ese proceso comicial, las tribus perredistas le abrieron la puerta. Lo convirtieron en candidato a legislador local por el distrito 2 de la zona centro. De ahí se arrancó. Ganó la elección y arribó al Congreso local desde donde buscó su siguiente objetivo de poder. La actual y complicada coyuntura política que sacó de la jugada por la alcaldía capitalina al diputado federal, Jorge Salgado Para, lo volvió a posicionar en la competencia electoral. Pero esta vez, va por la alcaldía de Chilpancingo. Apoyado por la tribu perredista Grupo Guerrero (GG). Y desde luego, muy soterradamente, por el propio Héctor Astudillo. Si Gaspar Beltrán ganara hipotéticamente la alcaldía, el candidato a gobernador tricolor tendrá picaporte abierto. Sencillamente, porque sembró exitosamente a uno de sus cuadros políticos dentro del PRD. Y la cosecha debe necesariamente, otorgarle ciertos jugosos frutos políticos. 2.- El candidato a gobernador por el PRI, Héctor Astudillo, también hizo crecer dentro de la comuna capitalina que presidió en 2008, a la ex regidora Socorro Mondragón Sosa. Habían hecho buenas migas desde años anteriores. Todo parecía marcha muy bien entre ambos personajes. Solo que Socorro también aspiraba a crecer dentro de la política interna tricolor. Pero cuando Astudillo terminó su periodo como alcalde, la abandonó a su suerte. La ex regidora manoteó por todos lados. Arribó con muchas dificultades, a la delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social. Tuvo ahí, muchos problemas con el delegado de esa dependencia, el renejuarista Manuel Armenta Tello. Quizás por su pertenencia y origen político astudillista, Socorro fue estigmatiza. Terminó echando pestes no solo contra el delegado federal de la Sedesol, sino renunciando al PRI. Se mudó cómodamente al PRD. Se valió de un contacto político inmejorable para entrar de lleno por la puerta principal en ese partido: su hijo, Everardo García Mondragón, que fungía como secretario particular del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien generoso, también la cobijó. Con este apoyo, se sumó de inmediato a la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), desde donde fue proyectada como candidata a diputada local por el PRD en el distrito 1. Enfrentará en la competencia al empresario priísta Víctor Manuel Martínez Toledo, eterno aspirante a la alcaldía de Chilpancingo y actual candidato por ese mismo distrito. Pero Socorro no deja de llevar en sus venas políticas, el origen astudillista. Como Antonio Gaspar, son candidatos del PRD, pero con formación política priísta. Pero fundamentalmente, ligados de algún modo, al candidato del PRI a gobernador.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La reaparición en eventos públicos perredistas del senador aguirrista, Sofio Ramírez Hernández, confirma la especie: se está moviendo en aras de conseguir el interinato en el gobierno estatal. Y no coincide precisamente, en eventos donde aparece la candidata a gobernadora por el PRD, Beatriz Mojica Morga, precisamente por una sola razón: está encareciendo la negociación política. Sofio podría dar el zarpazo político en el último momento.
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