La divina comedia de Beatriz Mojica…

POR: EVERARDO MONROY CARACAS

Ángel Aguirre Rivero fue traicionado por Los Chuchos y Beatriz Mojica Morga y ahora su siguiente jugada es derrotarlos en las urnas.

Carlos Navarrete, el títere de Jesús Ortega y Manlio Fabio Beltrones Rivera, personalmente le entregó una copia de su expediente criminal, después del asesinato y secuestro de estudiantes normalistas de Ayotzinapa. De esa manera, lo obligaron a separarse de la gubernatura.
Beatriz Mojica, su secretaria de Desarrollo Social, jamás tuvo palabras de aliento para su ex patrón, Ángel Aguirre, y, por el contrario, evidenció su malestar al ser propuesto el senador Sofio Ramírez como el sucesor natural.
Los Chuchos se habían allegado de dinero y poder con Ángel Aguirre Rivero y ahora lo dejaban solo en un intento de conservar sus privilegios en Guerrero.
Dudo que Ángel Aguirre mueva sus peones y alfiles a favor del candidato priista, Héctor Astudillo Flores. Hay mucho encono de los priistas por haberlos traicionado en el 2011 al aliarse con Los Chuchos.
En estos momentos, Ángel Aguirre y Rubén Figueroa Alcocer tienen presencia política en los 81 municipios y pueden inclinar la balanza a favor de Luis Walton Aburto, por ser quien encabeza las preferencias electorales. En su ADN no cabe el impulsar candidaturas panistas.
La federación poco puede hacer en Guerrero ante la falta de liderazgo del presidente de la república en turno.
Ángel Aguirre es vengativo y está lastimado después de ser encarcelados su hermano y socio Carlos Mateo y su sobrino consentido, Ernestito, tocayo del ocupante de Los Pinos.
Beatriz Mojica es corresponsable de los yerros administrativos del gobierno aguirrista y la ha vuelto vulnerable su abierta cercanía con Los Chuchos.
Sofio Ramírez tampoco es bienvenido en el PRI porque lo traicionó y más temprano que tarde le cobrarán la afrenta. Elba Esther Gordillo es la mejor prueba del destino que les espera a los priistas chaqueteros.
Rogelio Ortega Martínez, aliado de Ángel Aguirre, tiene que guardar las formas y respaldar a Los Chuchos en su afán de conservar la gubernatura. De ahí su reciente viaje en helicóptero a Michoacán y dejarse retratar al lado de Carlos Navarrete y Graco Ramírez.
Faltan siete semanas para que la ciudadanía guerrerense vaya a las urnas. Después de la caída de Ángel Aguirre el PRD y PRI dejaron tener preeminencia en el ánimo popular.
Históricamente los pobres de Guerrero son carne de cañón electoral, pero saben distinguir a un candidato de otro.
Beatriz Mojica tuvo el manejo de los programas asistencialistas durante el gobierno aguirrista y ahora intentará manipular a las familias beneficiadas. No la tiene fácil.
Nos han hecho creer que la dirigencia nacional del PRI y su representante en Los Pinos dieron la consigna de apoyar a Beatriz Mojica para no poner en riesgo los acuerdos reformistas asumidos en el Pacto por México
Jesús Ortega –jefe del Cártel de Nueva Izquierda–, el panista Gustavo Madero y el priista, César Camacho Quiroz son los corresponsables de impedir que la auténtica izquierda tenga mayoría en los congresos legislativos y echen abajo la privatización de la industria petrolera, como lo ha anunciado en repetidas ocasiones, Andrés Manuel López Obrador.
Ángel Aguirre no es un político acabado. Sabe que con siete mil pesos pueden ser liberados Carlos Mateo y Ernestito, como acaba de suceder con el ex aliado de La Tuta e hijo del ex gobernador priista de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa.
Todo es posible en el México de la impunidad y cinismo.
Los carniceros de ahora son los cerdos del mañana y la oligarquía nacional conoce esta máxima y la asume.
Beatriz Mojica es parte del chantaje político de Los Chuchos y los aguirristas se mueven en lo oscurito para vengar la afrenta.
Por lo pronto, Bernardo Ortega, el presidente de la comisión de gobierno del congreso guerrerense, ya rompió lanzas con Los Chuchos y no dudo que mueva a sus huestes a favor de Luis Walton. Hacerlo por el PRI es entregar su cabeza en charola de plata, como le ha sucedido a quienes aportaron dinero sucio para llevar a Enrique Peña Nieto a Los Pinos.
De todos los candidatos, solo dos pueden sostener sus compromisos sin necesidad de hacerlo por escrito: Luis Walton y Pablo Sandoval III. Tienen palabra porque no tienen nada que perder al no ser relacionados a algún cártel de la droga.
Beatriz Mojica depende en todo de Jesús Ortega, porque carece del poder y talento para tener una idea propia y revolucionaria. Prueba de ello fue su mediocre paso por la Secretaria de Desarrollo Social.
Los guerrerenses saben que Beatriz Mojica en el gobierno nada haría sin los consejos y la venia de Los Chuchos. Como en estos momentos le ocurre a Rogelio Ortega, vergonzante pelele de Ángel Aguirre.
Armando Ríos Piter tampoco le dará su voto a Beatriz Mojica y está consciente que tampoco los priistas lo ven con buenos ojos por su cercanía con Marcelo Ebrard y Zeferino Torreblanca. El 2018 lo puede acercar a Andrés Manuel López Obrador y olvidar sus afrentas. En el México de los chanchullos todo es posible
La hoja de vida de Beatriz Mojica puede impresionar al cibernauta que desconoce sus antecedentes como diputada federal y secretaria de Desarrollo Social. De nada le ha servido su formación académica, ante su abierto sometimiento a Los Chuchos, pero principalmente a Jesús Ortega.
Su mayor prueba de fuego fue el callar y no renunciar al cargo de secretaria de Desarrollo Social tras los asesinatos y secuestros de estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Beatriz Mojica sabía que en Iguala el matrimonio Abarca estaba relacionado con delincuentes de alta peligrosidad y aun así lo apoyó con recursos públicos.
Guardando las proporciones, Octavio Paz en 1968 renunció como embajador de México en la India por la masacre de Tlatelolco. La dignidad es la dignidad y los crímenes de lesa humanidad no pueden ser tolerados por hombres y mujeres que se dicen de izquierda o que pregonan, a través de Wikipedia, que estudiaron en la Universidad d´Auvergne Clermont-Ferrand, Francia y haber participado en Grecia como delegada del PRD en un encuentro de la Internacional Socialista de Jóvenes.
La Beatriz de Jesús Ortega, como la Beatriz de Dante Alighieri tiene que enfrentar a sus demonios y ángeles (aguirristas), como en La Divina Comedia. No hay de otra…