RAMÓN ZURITA SAHAGÚN


Solamente fue conocer su nominación como candidato plurinominal a la Cámara de Diputados, para que Jorge Carlos Ramírez Marín pusiera en operación su proyecto para coordinar la bancada de su partido en la LXIII legislatura.

Está consciente de que la tarea es der titanes, ya que enfrente tiene al dirigente nacional del partido, César Camacho Quiroz, quien se advierte como el candidato natural para ese cargo.

Sin embargo, Ramírez Marín pone todo su empeño hacia un destino que, aparentemente, parece inalcanzable, aunque en lo personal no lo cree tanto.

Trae un as bajo la manga, la cercanía que mantiene con el Presidente Enrique Peña Nieto, de quien fue Vicecoordinador General de la Campaña y posteriormente fue designado como parte del equipo de transición ocupando la Vice coordinación de Seguridad y Justicia.

Pero ante los movimientos calculados que viene realizando el flamante candidato a diputado plurinominal, ya le lanzaron una advertencia y proveniente de la propia secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, Ivonne Ortega Pacheco.

La ex gobernadora yucateca a bote pronto estableció que el candidato natural para la coordinación de su bancada es el todavía presidente nacional del partido, César Camacho Quiroz.

Es lógico que sea César Camacho el coordinador, pues es el presidente del partido.

Camacho Quiroz ha demostrado una gran institucionalidad, gran lealtad al partido y un gran conocimiento de los diferentes temas. Su historia personal le da los tamaños necesarios para la coordinación, aseguró.

Sin embargo, Ortega Pacheco aclaró que al coordinador lo elegirán los diputados federales que formen parte de la bancada, aunque reconoció que si el Presidente Peña Nieto tiene una sugerencia, está será atendida.

Y es aquí, donde el ex secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano confía en que su cercanía con el Ejecutivo federal le ofrezca el respaldo necesario para jalar los votos que lo conviertan en coordinador.

Los dos nombres, el de César Camacho Quiroz y el de Jorge Carlos Ramírez Marín son los más sonoros para alcanzar esa distinción partidista, aunque se encuentra lejana todavía la decisión, con marcada preferencia para el ex gobernador mexiquense.

Por eso llama la atención la oportuna intervención de Ortega Pacheco por diversos factores:

Se trata del primer pronunciamiento surgido a favor del posible coordinador de la eventual bancada de su partido, donde los tres (César Camacho, Jorge Carlos Ramírez e Ivonne Ortega) se pueden dar como integrantes de la LXIII legislatura.

Le ponen un freno a los excesos de Jorge Carlos Ramírez Marín, quien desaforado busca la coordinación, sin respetar los tiempos, aunque de dientes hacia afuera dice que no la busca.

Es Ivonne Ortega Pacheco la que sale con las declaraciones, tomando en cuenta dos aspectos:

Jorge Carlos Ramírez Marín es el primero en la lista de aspirantes plurinominales por la tercera circunscripción, misma en la que va Ivonne Ortega Pacheco como segunda.

La relación entre ambos personajes nacidos en Yucatán es sumamente ríspida, tanto que Ivonne se opuso tenazmente a la eventual candidatura de Ramírez Marín al gobierno yucateco, lo que, presuntamente, lo convertiría en su sucesor.

En aquel momento, Ramírez Marín era un importante diputado que había tenido el cobijo de Beatriz Paredes, pero ahora llega con mayor peso político y busca desde la diputación convertirse en el abanderado del PRI al gobierno yucateco en 2018.

Para eso, trae consigo un plan “B”. En caso de no conseguir la coordinación de su bancada, optaría por la presidencia de le mesa directiva de la Cámara de Diputados, ya que tiene experiencia en ese terreno, como lo fue en LXI legislatura, en el año correspondiente de su partido.

Y es que Jorge Carlos trae además de su cercanía con el Ejecutivo federal el respaldo del personaje más influyente en Yucatán, Emilio Gamboa Patrón, quien se encuentra imposibilitado de ser candidato al gobierno estatal, ya que es incapaz de ganar la casilla de su barrio.



ANIVERSARIO



Cuántos de los que rindieron protesta como candidatos del Revolucionario Institucional en el 86 aniversario del partido no alcanzarán la meta trazada.

Las cifras no son halagüeñas para los tricolores, ya que saben que entran a la contienda electoral, caminando en un terreno fangoso y varios de ellos pueden resbalar

Los priistas están conscientes de que la situación no es la óptima y que se encuentran en riesgo varias de las 9 gubernaturas en disputa.

Pero además, de las 500 plazas disponibles, los priistas esperan rebasar la frontera de las 200, entre las de mayoría y las plurinominales, y en alianza con el Partido Verde y Nueva Alianza, conformar una mayoría de más de 250 legisladores.

La tarea no es sencilla, pues los electores confían en hacerle pasar un mal rato al partido en el que confiaron para devolver la estabilidad al país, crecer, eliminar la violencia, sin que se hayan conseguido hasta el momento esos propósitos, con todo y que se alcanzaron las reformas estructurales proyectadas.

Para los priistas, la prioridad es la conformación de la Cámara de Diputados en su LXIII legislatura, aunque no le hacen el feo a recuperar, cuando menos, el gobierno de Sonora y mantener los otros que gobiernan sus militantes.

Guerrero no es tan importante para los priistas, por la situación en que se encuentra y Michoacán, a pesar de que lo ganó el PRI hace cuatro años pueden regresarlo a uno de los partidos de oposición, especialmente al representante del PRD.

Baja California Sur no les representa mucho y prefieren conservar Nuevo León, Querétaro, Campeche, San Luis Potosí ,Colima y recuperar Sonora.



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