LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
¿Figueroa en la izquierda?
Los nuevos tiempos políticos conducen a los actores por caminos inéditos y hasta atípicos. Increíbles incluso, para el propio proceso histórico guerrerense. Así, el diputado local, Rubén Figueroa Smutny, anunció apenas el pasado viernes, que renunciaría al PRI, el partido que durante cerca de cinco décadas ha cobijado a la familia Figueroa y le permitió incluso, toda clase de excesos, complicidades e impunidades. Esa amenaza velada para irse del PRI, responde a una lógica de poder: el grupo político del diputado federal Manuel Añorve Baños, unido al de su tutor, Manlio Fabio Beltrones Rivera, así como al propio candidato a gobernador, Héctor Astudillo Flores, le cerraron el paso para que se encumbrara como candidato de ese partido a la alcaldía de Acapulco. Y de ahí se desprende lo demás.
PRI: RUPTURA DECISIVA.- Para los actuales dueños del PRI –Añorve y Astudillo-, la película está bastante clara: enfrentarán la elección de gobernador del próximo 7 de junio, sin el apoyo político del grupo liderado por el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Porque es obvio que si Figueroa Smutny se va del partido tricolor y su progenitor se queda, éste último no se sumará a la campaña de Astudillo. O si lo hace, será nada más para la fotografía. Ello esconde además, otras inquietantes lecturas: 1.- Durante la pasada elección de gobernador de enero de 2011, el grupo de Manlio Fabio Beltrones, unido al de Añorve y Figueroa, sumaron fuerzas para dejar fuera de la candidatura a gobernador, al entonces senador Ángel Aguirre Rivero. Ese hecho tuvo un alto costo político: la salida de Aguirre del PRI y su posterior postulación como candidato por el PRD, desde donde ganó sin muchas dificultades aquella elección. El PRI siguió en ayuno de poder estatal, debido a que el tejido político interno en ese partido, fue equivocado. Y les ganó el hambre de poder. Justo como hoy ocurre. 2.- La plusvalía política de Aguirre era alta, pues ya había fungido como gobernador interino en el periodo 1996-1999, en sustitución precisamente, de Rubén Figueroa Alcocer, quien tuvo que abandonar el gobierno estatal debido a los altos impactos mediáticos de la matanza de Aguas Blancas. Además, el PRD estaba en la lona, pues su aspirante más notorio –Armando Chavarría Barrera-, fue asesinado y el entonces gobernador Zeferino Torreblanca, careció de operación y oficio político para empujar un candidato fuerte a la disputa por el gobierno estatal. 3.- Sin embargo, el caso de Figueroa es distinto. Su grupo político ha sido históricamente, un enemigo de la izquierda. Y en consecuencia, del PRD. Por eso mismo, desconcierta la afirmación de Figueroa Smutny, quien asume irá a la competencia por la alcaldía de Acapulco, arropado ya sea por el PRD o por el MC. Ambos partidos de izquierda. Pero como la izquierda y los partidos políticos están en crisis en la actual coyuntura, todo es posible. En esta vertiente, la tribu los chuchos de NI, estaría gustosa de aceptar la militancia de Figueroa Smutny en el PRD, pues eso equivaldría a generarle un enorme boquete político-electoral al PRI. Los chuchos de NI no se conducen bajo el criterio de resguardar ideología y principios de la izquierda, sino de negociar a muy alto precio, derrotas y triunfos electorales. De ahí se entiende la posible inclusión de Figueroa Smutny, como su candidato a la alcaldía de Acapulco, con el fin de abollarle el pastel a cuando menos dos partidos: el PRI y el MC. 4.- En todo este escenario hay un punto que perturba: para el PRD podría salir más caro el caldo, que las albóndigas. Porque es evidente que mucha de la militancia del sol azteca, no digeriría al primer, segundo ni tercer mordisco, la militancia de Figueroa Smutny en ese partido. La vieja guardia perredista guarda todavía, acumulados rencores contra la familia Figueroa. Y además, se abre una ironía política: si con el apoyo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, el PRI no pudo ganar las dos últimas elecciones de gobernador –la de 2005 y la de 2011-, ¿Acaso podrá esta vez dicho grupo y operando para otro partido político, generar de rebote el triunfo electoral para el partido tricolor? Es obvio entonces que el dilema no solo es para el PRD que se encuentra en franco declive electoral, sino para el PRI, que pretende regresar al poder estatal sobre la base de la fragmentación de la izquierda, sin advertir que también está profundamente dividido. Como sea, el proceso electoral en puerta estará marcado por las sorpresas. Algunas de plano, inesperadas e ilógicas.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Trasciende que a partir del próximo 21 de abril, el senador perredista Sofío Ramírez Hernández, estaría solicitando licencia a su encargo legislativo para meterse a la puja por el gobierno interino de la entidad durante los últimos cinco meses. Porque los rumores y posturas políticas sobre la salida de Rogelio Ortega, son cada vez más fuertes. Y cuando el río suena…
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