El Papa Francisco dijo que en México tarde o temprano se vuelve un terreno fértil para la corrupción, narcotráfico y la violencia

Durante su mensaje al pueblo de México el Papa Francisco dijo que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte causando sufrimiento y frenando el desarrollo.
Ante la presencia del presidente de México Enrique Peña Nieto el Papa dijo que el pueblo mexicano afianza su esperanza en la identidad que ha sido forjada en duros y difíciles momentos de su historia por grandes testimonios de ciudadanos que han comprendido que para poder superar las situaciones nacidas de la cerrazón del individualismo, era necesario el acuerdo de las instituciones políticas, sociales y de mercado y de todos los hombres y mujeres que se comprometan en la búsqueda del bien común y la dignidad de las personas.
Envió un mensaje a los dirigentes de la vida social, cultural y política, les dijo que a ellos les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables.
Como son una vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, alimento, justicia real, un ambiente sano y de paz.
Les dijo que esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras, sino de una urgente formación de responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable de la causa común de promover el desarrollo nacional.
Y que esta es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, colectivas e individuales.
Le dijo al presidente Peña Nieto que en este esfuerzo el gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la Iglesia Católica.
Durante su discurso envió un mensaje a los jóvenes, dijo que la principal riqueza de México hoy tiene rostro joven, esto permite pensar y proyectar un futuro, un mañana, da esperanza y proyección.
“Un pueblo con juventud es un es un pueblo capaz de renovarse, transformarse y les hizo una invitación a mirar con ilusión hacia el futuro”, les pidió reflexionar de que el futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empezarse enel bien común.