El nacimiento del Partido Acción Nacional tiene una explicación ideológica: reaccionaria pero ideológica al fin. Fue la reacción de la Derecha ante el alarmante crecimiento comunista del régimen de Lázaron Cárdenas. Desde 1915 don Manuel Gómez Morín, uno de los siete sabios de México, escribió un libro convocando a un Plan para reconstruir la Nación en sus ámbitos económico, político y social. Eran tiempos de desorden y desbarajuste. Las familias de postín habían huido a Europa y la chusma se apropiaba de México. Las bibliotecas de las fantásticas mansiones de los ricos, la plebe las utilizaba para que durmieran sus caballos y, acampaba la peonada, usada como tropa, en los jardines con estatuas y fuentes lloronas.
En 1926 logró don Manuel reunir a un pequeño grupo de jóvenes compartiendo ideales para fundar un nuevo partido político. 1929 fue el año en que las facciones revolucionarias aseguraron el poder por medio del Partido Nacional Revolucionario. Gómez invitó a José Vasconcelos a integrarse al proyecto: el esfuerzo se diluyó porque Morín uso la palabra “selección” al invitar al maestro de México: “Hay que integrar un grupo, lo más selecto posible para conquistar el gobierno de México”. Vasconcelos rechazó la oferta. Miró los huevos de la serpiente en el vientre de la idea de Gómez Morín.
Entre 1933 y 35 -Cárdenas llega a la presidencia en 1934- crece la agitación social y la crisis económica. Con el PNR el régimen arruina a la clase media, crea nuevas organizaciones corporativas, hace la afiliación forzada: sectores obrero, campesino y popular adheridos al partido del gobierno. Crece la oposición al populismo de Lázaro. Y es la expropiación petrolera en 1938 lo que colma la impaciencia de los conservadores, ensayo cardenista intolerable para quienes encubrían su derecha fingiendo que respetaban el orden y la ley.
Gómez Morín escribe entonces: “una pesada tolvanera de apetitos desencadenados, de propaganda siniestra, de ideologías contradictorias, de mentiras sistemáticas, impide la visión limpia de la vida nacional”, convocando a la fundación del Partido de Acción Nacional para contrarrestar la hegemonía del PRN que desde el gobierno arrasaba con la voluntad ciudadana de los mexicanos.
Desde su fundación el PAN ha ignorado que en un pueblo pobre en situación de hambre, el gobierno tiene que ser generoso. Crear programas asistenciales. Suplir con pan el quebranto del salario. El Credo del panismo desconoce la pobreza involuntaria. Ignora que el Capital no se hacina en los menesterosos porque mientras los ricos ahorran los pobres comen. La utopía del PAN es contraproducente.
A lo único que no escaparon como alternativa de gobierno los panistas, fue a la corrupción. Los hijos de la señora Marta son tanto o mejor calificados que los hijos de López Portillo. Quejumbroso Vicente Fox pidiendo salario como candidato, hoy es un hombre rico, hacendado, fachoso, extravagante y grotesco que hace gala de su fortuna por la forma con que vive en su rancho. Felipe Calderón antes de ser Presidente de México compró una casa en abonos, hoy tiene capital suficiente para comprar diez, al contado.
En Acapulco el PAN es una esperanza fallida que intenta desde la añoranza del poder multiplicar la desesperanza de Gómez Morín.
PD: “Cuando sembré rosales, coseché siempre rosas”: A. Nervo.