-Pero igual de condenables otros crímenes.

-Pero no se vale sacar raja política. Ojo.



Desde cualquier ángulo, el vil asesinato del alcalde de Pungarabato (Ciudad Altamirano, en Tierra Caliente), Ambrosio Soto Duarte, es de repudiarse.

A lo largo de este día domingo he observado y escuchado diferentes opiniones sobre el lamentable caso. Y todas coinciden en algo en lo que estoy de acuerdo: ¿hasta cuándo este clima de violencia desmedido?

Lo que no deja de llamarme la atención, es que se muchos mantienen esa postura de acusar, de quemar con leña verde a sus adversarios políticos. Sí, de sacar raja política a costa de este tipo de hechos de sangre.

Que conste (que quede bien claro), no defiendo a ninguna autoridad. Los tres niveles de gobierno tienen vela en esto entierros.

En este caso del vil asesinato de ’Bocho’, como se conocía popularmente al alcalde de Pungarabato, existen varios datos duros, de todos conocidos, porque fueron públicos.

Desde hace años (siendo por primera vez alcalde por el PRI en ese Municipio calentano), se conocieron.

Tomaron mayor alcance cuando asumió por segunda ocasión la alcaldía, ahora con el PRD. Incluso hizo pública su intención de abandonar el cargo, por lo mismo.

Hizo públicas sus denuncias. Lo convencieron de mantenerse en el cargo, pidió medidas cautelares y se otorgaron.

Tenía seguridad por parte de policías federales y del estado. Pero, visto está, este tipo de medidas no resultan suficientes cuando te enfrentas a verdaderos fantasmas. No sabes ni cuándo, ni dónde ni cómo te cumplen una amenaza.

Este crimen ocurrió en Michoacán, en las colindancias con Ciudad Altamirano, Guerrero. Fue en una zona de alta peligrosidad, controlada por grupos del crimen organizado, y por la noche.

En el artero ataque murió ’Bocho’, su chofer y un presunto sicario, además de que dos federales resultaron heridos.

Sí, con la información que se tiene, se intentó defender del atentado al alcalde. Pero, ¿a cuántos sicarios enviaron a ultimarlo? ¿Tienen ustedes idea? Su servidor, no. Pero seguro no fueron pocos.

Repito: durante este domingo me percaté de opiniones diversas. Las más desafortunadas ante el luto por la muerte de ’Bocho’, las que se emitieron con tufo político. Sí, para sacar ’raja’ de este lamentable acontecimiento.

¿Qué triste? ¿Qué condenable? ¿Qué ruín?

E insisto: no defiendo a nadie. Los tres órdenes de gobierno son responsables de la seguridad de sus gobernados. Es mandato Constitucional.

Ah, y antes de cerrar esta entrega, le recuerdo a la Secretaría de Gobernación (federal), que no va a coadyuvar con la investigación del gobierno de Guerrero en el crimen que nos ocupa.

Señor Miguel Ángel Osorio Chong: se cometió en territorio de Michoacán, no en el de Guerrero. Hay que ubicarnos.

Y, además, a todos los que tienen cuentas pendientes con el crimen organizado, lo saben, tomen las debidas medidas de precaución. Este tipo de partidas se juegan en serio. (angelirracar@hotmail.com)