El secretario de Acción Política Estratégica del CEN del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, se pronunció a favor de una coalición electoral de todas las fuerzas políticas de izquierda en el Estado de México para contender por la gubernatura y exhortó a Morena a considerar en su política de alianzas esta posibilidad, porque ’ningún partido, por sí sólo, podrá ganar los comicios del próximo año en esa entidad’.

Sería bueno que las alianzas se concretaran entre partidos de una misma tendencia ideológica, de ser así el PRD estaría aliado a la derecha a través del PAN, porque el PRD no es un partido de izquierda, ya ni siquiera es un partido de tribus. Es una organización política que requiere urgentemente de alianzas electorales para sobrevivir.

El PRD se ha convertido en un verdadero partido satélite del PAN, como lo fue en su momento el PPS y el PARM del PRI, y ahora lo es el partido Verde, el PT y en Panal alrededor del tricolor que empieza a desteñirse.

La lucha por el Estado de México, que es el segundo lugar de importancia política en el país, parece difícil para el PRD pero no lo es para algún otro partido de oposición real y auténtica como lo es el PAN o Morena. La corrupción en esa entidad se ha convertido en un verdadero síntoma que permea todos los niveles de gobierno y puede localizarse con el simple hecho de cruzar la frontera entre la Ciudad de México y la entidad, gobernada por Eruviel Ávila.

Sin embargo, para el PRD es necesario aliarse ahí y asegura que deben dejarse los rencores de lado para concursar por la gubernatura de manera unida ante un poder absoluto, pero no dice corrupto.

Nadie duda que el estado de México es la entidad más corrupta del país, digna herencia del anterior gobernador. Basta con traspasar esa línea invisible para que un par de patrulleros salidos de la nada, empiecen a merodear el vehículo proveniente de otra entidad federativa.

Las obras realizadas en Tuxpan, Veracruz, que querían ponderar como un gran logro que desde la ciudad de México hacia el puerto la distancia se recorre en dos horas y media, quedó sólo en proyecto o mentira, porque si bien la carretera es nueva para realizar ese tiempo, una vez que los vehículos entran al estado de México, la lentitud impera, a causa de las revisiones, retenes, infracciones y negligencia de los patrulleros prolonga el tiempo del trayecto hasta en cinco horas o más. El gobierno del Edomex y sus excesos impide que se luzca una de las pocas obras realizadas en Veracruz en los últimos años.

La experiencia en asuntos de corrupción anuncia en el Estado de México un gran fraude electoral para el próximo año, de ahí que deban prevenirse los partidos que compitan contra el PRI, porque éste tiene como aliado no sólo a sus partidos satélites sino al INE.

Sin embargo, el PRI parece tener la piel muy sensible desde que renunció a la presidencia del CEN Manlio Fabio Beltrones, porque ante las declaraciones del PAN y PRD en torno a la situación de los gobiernos de Veracruz y Quintana Roo, reiteró que nadie debe actuar por encima de la ley y advirtió que para las solicitudes que realizan esas fuerzas políticas se requiere de autoridad moral y credibilidad.

Se repite exactamente el mismo esquema que en la víspera de las elecciones del 5 de junio, a Eruviel Ávila se le ha informado acerca de los ilícitos del presidente municipal de Los Reyes La Paz, Rolando Castellanos Hernández, quien golpea estudiantes, desaparece colonos, no aplica el presupuesto, se propia de terrenos, reprime a los pobladores, etc.

Pero Eruviel no hace nada, como en su momento no hizo nada el ejecutivo federal contra los Duarte, Javier y César, en Veracruz y Chihuahua y terminó perdiendo el PRI ambas entidades en los comicios.

Rolando Castellanos es el Javier Duarte del estado de México a quien en lugar de que el gobernador lo destituya, como es el deseo de la gran mayoría de los ciudadanos de ese municipio, se le premia y apoya con la impunidad.

La sensibilidad de la nueva cúpula del PRI muestra en su autoritarismo un temor que acusa decadencia y anuncia derrotas electorales.