La gran pregunta que surge en el ámbito político y de justicia es quién será el primero de los ex gobernadores en ir a prisión. ¿Acaso un priista, un panista o un perredista?

La cuestión es que varios de los ex gobernadores y de los actuales gobernantes son señalados como probables sujetos de responsabilidad pública en la comisión de ilícitos de todo tipo, desde enriquecimiento inexplicable, desvío de recursos públicos, malversación de fondos y hasta presunta vinculación con grupos delincuenciales.

En la actualidad solamente dos ex gobernadores se encuentran en prisión y, por coincidencia, los dos militantes priistas, ya que no se sabe que, hasta el momento, hubiesen sido expulsados del partido tricolor o, cuando menos, renunciado a su militancia.

Andrés Rafael Granier Melo, ex gobernador de Tabasco y Jesús Reyna García, ex gobernador de Michoacán son los que se encuentran sujetos a juicio, como ocurre frecuentemente en el sistema judicial mexicano, todavía no son sentenciados.

Y es que pocos han sido los ex gobernadores que en México han sufrido cárcel por sus malos desempeños o por alguna otra razón.

En la actualidad, con las redes sociales, la información fluye más rápidamente y las denuncias y acusaciones, algunas no fundamentadas, circulan con gran profusión.

Desde hace un año, las acusaciones en contra de gobernadores y ex gobernadores son más frecuentes, por lo que varios de ellos han sido señalados de corruptelas y abusos de autoridad.

Sin embargo, los dos ex gobernantes acusados de probable enriquecimiento durante su gestión y de abusos de autoridad, uno priista y el otro panista, no recurrieron a ningún intento de blindaje, aunque desde las campañas electorales sus opositores se comprometieron a llevarlos a la cárcel.

Rodrigo Medina de la Cruz, priista y Guillermo Padrés Elías, panista, siguen siendo objeto de acuciosas investigaciones, sin que casi un año después se hubiesen comprobado las acusaciones vertidas en su contra.

No sucedió así con los actuales casos de los gobernadores cuyas acciones de inconstitucionalidad de sus reformas fueron presentadas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Resulta curioso que los tres gobernadores más cuestionados, todos ellos militantes del PRI usarán el mismo argumento para intentar proteger su salida de la administración pública estatal.

Los primeros en recibir la respuesta del gobierno federal (léase presidente Peña Nieto) fueron Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo y Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz, los que habían presentado ante sus Congreso locales (dominados por priistas) una serie de reformas para blindar sus salidas.

Tanto Borge como Duarte idearon dejar en los cargos de fiscal anticorrupción y magistrados a incondicionales que no permitieran husmear en sus respectivas gestiones.

La acción de inconstitucionalidad del gobierno federal para esas reformas hizo que Javier Duarte reculara y decidiera dejar sin efecto sus propuestas.

Borge fue un poco más atrevido y dijo que esperará la resolución de la Corte para definir.

Los dos que llegaron a ser gobernantes antes de los 40 años (Borge incluso apenas rebasando los 30) muestran que sus carreras políticas podrían tener una vigencia efímera.

Ambos fueron considerados ’delfines’ de sus protectores, los anteriores gobernadores de Quintana Roo y Veracruz. Borge fue arropado e impulsado por Félix González Canto y Duarte por Fidel Herrera Beltrán, en los momentos en que el PRI no era gobierno federal.

Los dos intentaron hacer lo mismo que sus promotores, pero con el PRI gobierno federal se lo impidieron y los candidatos impulsados desde el centro del país, perdieron en las urnas.

Quien sí consiguió promover su candidato fue César Duarte Jáquez, en la persona de Enrique Serrano Escobar, el entonces alcalde de Ciudad Juárez y un viejo colaborador en su gobierno.

También fracasó en las urnas, por lo que ahora los tres se encuentran en la mira de sus detractores y adversarios.

Pero hay otro que circula tranquilamente de un lado a otro, sin ser molestado en lo más mínimo y sobre el que también hay acusaciones de todo tipo, el perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero.

El ex gobernador de Guerrero completa este sexteto de gobernantes y ex gobernantes sobre los que circulan apuestas de quien será el futuro compañero de Granier Melo y Reyna García.

¿Será un priista, un perredista o un panista, el primero en ser detenido por los abusos, arbitrariedades e ilícitos cometidos en sus gestiones?

Lo cierto es que resulta difícil el comprobar cada uno de los señalamientos que se la hacen a estos malos funcionarios, aunque, curiosamente, cuando existe voluntad política, la información fluye rápidamente y la actuación de los impartidores de justicia se vuelve ágil y expedita.

Hay otros gobernantes y ex gobernantes que prefieren mantenerse a la sombra, para no jalar reflectores, pero cuyas actuaciones merecen también una investigación profunda, ya que en sus gestiones, la delincuencia organizada y la no tanto se posicionaron en sus respectivos estados.

El michoacano fausto Vallejo Figueroa y el tamaulipeco (todavía en funciones) Egidio Torre Cantú, donde en sus administraciones floreció la violencia.

No se comprende como en el caso de Vallejo Figueroa su hijo Rodrigo podía establecer nexos con el principal delincuente, mientras las autoridades no lo encontraban y cómo además pudo ser liberado prontamente con todo y que existen videos y testimonios de sus encuentros con Servando Gómez ’La Tuta’.



OCHOA REZA



Finalmente no fue aceptado el registro de Hugo Díaz Thomé como aspirante a la presidencia nacional del PRI, con lo que Enrique Ochoa Reza se convirtió en candidato único y concluirá con el periodo presidencial para el que3 fue electo Manlio Fabio Beltrones.



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