Coca Cola chantajea con irse de un estado diabético por consumo de refrescos

*En contraparte, estudios comprueban relación entre consumo de refrescos, obesidad y diabetes

Gilberto Guzmán

Mientras la empresa refresquera Coca Cola chantajea con retirar sus operaciones de la ciudad de Chilpancingo por considerar que no tiene garantías de seguridad, a raíz de los saqueos que en su contra han cometido activistas del movimiento por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero registra alrededor de 220 mil personas con diabetes, enfermedad crónica asociada al sedentarismo y al excesivo consumo de azúcares contenido en los refrescos.
Hace dos semanas, la empresa Coca-Cola informó a la Secretaría de Gobernación que suspendería operaciones en Chilpancingo durante cinco días, del viernes 13 al martes 17 de febrero, pero hasta este uno de marzo no ha reiniciado la distribución.
Consultado sobre el tema, el Secretario general de Gobierno, David Cienfuegos Salgado, informó que los representantes de Coca-Cola en Chilpancingo buscaron el respaldo de instancias superiores, a partir de los constantes saqueos que sufrían sus unidades durante las jornadas de protestas de los profesores y normalistas que demandan la aparición de los 43 estudiantes.
Uno de los momentos más álgidos que registró la empresa ocurrió el 10 de febrero pasado, cuando dos empleados fueron retenidos por normalistas y maestros en represalia por la detención de cuatro estudiantes que habían saqueado camiones repartidores.
El día 13, los encargados de la promoción de ventas de Coca-Cola informaron a todas las rutas de distribución que las ventas se suspenderían hasta el martes 17, por lo cual las ventas debieron reanudarse el miércoles 18, pero hasta el momento no ha sucedido.
El secretario de Gobierno explicó que la compañía informó en primera instancia a Gobernación federal, que se trató de una acción unilateral en el ejercicio de las atribuciones que tiene una empresa para administrar sus productos y servicios.
La argumentación fue que las condiciones en que estaba desarrollando la distribución del producto no eran las adecuadas para sus intereses, aunque solo en Chilpancingo se hizo ese señalamiento.
Cienfuegos indicó que la empresa debe llevar un registro de los camiones que han sido interceptados y despojados de sus productos, los cuales en su momento presentará seguramente para hacer válidos los seguros que tenga contratados.

En Guerrero, 220 mil personas con diabetes

En las redes sociales, los extremos se tocan al hablar sobre la suspensión, temporal o no, de la venta de refresco en Chilpancingo.
Hay quienes culpan al movimiento de lo que llaman desde ahora el cierre de la empresa y en consecuencia la pérdida de empleos; y hay quienes agradecen porque al no venderse el refresco, es un factor de riesgo menos para las enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, principalmente la diabetes.
Lo cierto es que en la entidad, según ha reportado la Asociación Mexicana de Diabetes en el Estado de Guerrero, hay una estimación de 220 mil diabéticos mayores de 20 años, de los cuales 50 mil se concentran en Acapulco y son considerados casos de una epidemia a nivel mundial.
Sobre el tema, el presidente de la asociación, Daniel Blumenkron Romero, ha explicado que Guerrero se encuentra por arriba de la media nacional entre los estados con mayor frecuencia de diabetes, y que el primer lugar lo ocupa Veracruz.
“En base a datos de prevalencia a nivel nacional, según el Inegi, hay una frecuencia de diabetes de 14 por ciento a nivel nacional, mientras que en Guerrero es de 11.5 por ciento, por lo que ese por ciento se sacó de los más 700 mil habitantes que hay en el puerto”, ha declarado.

Diabetes y consumo de refrescos

Estudios científicos comprueban la asociación del consumo de refresco con obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. La industria refresquera, encabezada por Coca-Cola, lo niega.
México ha presentado uno de los mayores incrementos en la prevalencia de sobrepeso y obesidad y diabetes tipo 2 en el mundo en la pasada década, detallan los datos difundidos por el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
El incremento de obesidad ha sido el más alto registrado a escala mundial vinculado al mayor aumento de mortalidad por diabetes tipo 2. Ningún cambio en hábitos de vida y de alimentación ha sido tan determinante como el aumento en el consumo de bebidas con alto contenido energético. México ha rebasado ya a los Estados Unidos en el consumo por persona de refrescos al año, con 163 contra 118 litros.
En contraposición a las aseveraciones de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) de que el consumo de refrescos no ha aumentado significativamente en los últimos 20 años, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública observa que en un periodo de solamente 7 años (1999-2006) el incremento en el consumo de refresco y bebidas azucaradas entre los adolescentes aumentó más de un 100%, mientras que el consumo entre mujeres se incrementó hasta en un 300%.
Investigadores de las escuelas de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Harvard y del Instituto Alemán de Nutrición Humana revisaron la evidencia científica desde 1966 hasta 2005 acerca de la asociación entre ingesta de bebidas azucaradas y ganancia de peso en la población.
La conclusión fue: entre mayor es la ingesta de bebidas azucaradas mayor es la asociación con el incremento de peso y obesidad y que existe suficiente evidencia para que se desaliente el consumo de bebidas azucaradas como parte de las estrategias de salud pública.