Alertan al gobernador sobre mafia en la PIM encargada en recuperación de autos

Como un llamado urgente al gobernador sustituto Rogelio Ortega Martínez, debe de ser señalamiento que se hizo a través del periódico vespertino La Crónica, que se edita en Chilpancingo, y que indica que en la comandancia de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), especializada en la recuperación de autos, es negocio de la propia fiscalía general, pues ahí están implicados desde el fiscal general del estado, Miguel Godínez Muñoz, el comandante Juan Carlos Brito Morán y quien se encarga de negociar los autos que tienen reporte de robo pero que han sido recuperados, Nahín Bello.

En la mencionada acusación se dice que en la propia dependencia se comercian las unidades automotores a particulares y a políticos, con cantidades que van desde los 30 mil hasta los 50 mil pesos; embarrando en el asunto a uno de los candidatos perredistas

Según la información trascendida, los señalamientos lo hace un grupo de elementos de la PIM, bajo el mando de Brito Morán, que ya están cansados de tantas irregularidades y que no están dispuestos a seguir soportándolas, pues también ellos están expuestos a que “les caiga la voladora”.

Y es que, algunos elementos policiacos señalan que en varias ocasiones se recuperan autos con reporte de robo, mismos que son llevados hasta los patios de la Fiscalía Regional en Acapulco, sin embargo “misteriosamente” desaparecen y más tarde la guardia permanente reporta el robo de las unidades motrices.

Los mismos quejosos dicen que el comandante Brito Morán y Nahín Bello cuentan con el apoyo de un taller mecánico donde pintan y remarcan los autos robados, para que puedan circular tranquilamente por la ciudad, sin que los detenga la Policía federal o la Gendarmería.

Afirman los PIMs que en ese taller los vehículos hurtados los transforman sustituyendo con autopartes nuevas, entre ellos parrillas, faros, cristales, pintura y hasta placas de circulación actualizadas, para después venderlos entre 30 mil y 50 mil pesos.

Cabe mencionar que al enterarse el comandante de la PIM de la inconformidad de sus propios elementos, los amenazó si realizaban alguna denuncia pública.

Al parecer la mafia que hay en la policía encargada en la recuperación de autos es grande, al grado que está inmersa no solo la fiscalía, sino también una compañía aseguradora.