“Agarrón” de candidatos: gana Astudillo

• Entre fallas técnicas de audio, debaten 9 aspirantes a la gubernatura

• Walton el más criticado; Mojica, sin argumentos; Sandoval, en hombros de AMLO

Por Jorge VALDEZ REYCEN

Entre fallas de audio, música de Vivaldi interrumpiendo, un riguroso protocolo de prohibiciones (no mostrar cartulinas ni fotos), cronómetro implacable que cortaba las frases, hasta un show de fotógrafos kikirikeando a la candidata del “gallo rojo” en la sala de prensa, se desarrolló el primer debate de los nueve aspirantes a la gubernatura de Guerrero, que ganó “sin lugar a dudas” Héctor Astudillo Flores.
Fue un “agarrón” de miedo. Batalla campal, pero con una réferi de lujo: Adriana Pérez Cañedo, conductora estelar de noticias del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Todo comenzó con una demora de 20 minutos. Pero los fotógrafos iniciaron antes con gritos destemplados. Los candidatos iniciaron las hostilidades (perdón, a debatir) con el pastor evangélico Raymundo Nogueda Analco, de Encuentro Social, a quien los camarógrafos y fotógrafos se mofaron por su lenguaje corporal y el gancho al hígado que lanzaba al rematar su frase: “pasión por Guerrero”.
Siguió Alberto López Rosas, del Humanista, cortado feamente el audio al concluir sus tres minutos. Karime Sevilla, de Nueva Alianza, dijo tres veces “estar de luto como Guerrero”. En un inicio “en frío”.
Astudillo inició con la frase: “10 años de tragedias. Son cifras de la vergüenza. Por eso convoco a los guerrerenses a construir un gobierno de orden y paz”. Vino Luis Walton y tundió al PRD: “es el responsable de lo que vive hoy Guerrero”, y propuso abrir clínicas de hemodiálisis.
Godoleva Rodríguez Salmerón, del Partido de los Pobres, arrancó titubeante, extraviada, sin articular frases de lectura mal consolidadas. Ello fue criticado por el panista Jorge Camacho Peñaloza: “deberían tomar clases de lectura, porque están reprobados”.
Camacho dijo que el 60 por ciento de los municipios de la entidad siembran amapola y hasta una apología a las ganancias que deja la siembra de estupefacientes se dibujó en su ilustración.
Beatriz Mojica, del PRD-PT inició conciliadora: “la gente ya no quiere pleitos entre políticos” y extendió su mano. “Ni amnesia, ni olvido, cuando quiere regresar el PRI de la época caciquil”, arremetió en la primera contradicción de varias que tuvo.
Pablo Sandoval Ballesteros, de Morena, se burló: “aquí están los mismos de siempre, los chapulines de la clase política”, deslizó con sorna.
Luego, minuto a minuto, las descalificaciones. Camacho vapuleó a Walton, el más criticado por Karime, Mojica y Sandoval. “Usted no puede ser gobernador –le dijo Camacho—porque dejó a Acapulco sin policías y en primer lugar de inseguridad y violencia”.
Karime calificó de “cínica e insultante” la candidatura de Beatriz. Y ella respondió: “le pido al PRI no me mande mensajeras”.
Nogueda Analco, hasta apagó el micrófono con su “gancho” y siguió siendo la comidilla de fotógrafos. López Rosas lamentó “las confrontaciones” y los invitó “a debatir con civilidad”. Lo ignoraron. Era la parte crucial del “mach” y en súperlibre.
Godoleva Rodríguez, del Gallo Rojo –“kikirikiii” --grazanaba el populacho de lentes colgadas en sus protuberantes panzas— llamaba “laberinto de complicidades” al debate. Lo descalificaba y culpaba “a dos partidos de las tragedias”.
Camacho le dijo a Sandoval: “nomás falta que quieras que venga Andrés Manuel a sacarte en hombros”, en alusión a que el ex candidato presidencial sería parte del gabinete del Morenista. Y éste le contestó: “Camacho, el candidato del calderonismo panista con quién va a gobernar: ¿con Brozo?”.
Se dieron con todo el arsenal de palabras.
Astudillo remató: “hemos dicho aquí, en resumen, las cifras de la vergüenza de los gobiernos del PRD” y preguntó: “¿no les da vergüenza?”. Fue seco y contundente. El rostro de Beatriz no se veía a cuadro, pero palideció y comenzó a tomar agua.
En la diana, al final, Astudillo dijo: “no tengo dudas: gané el debate”.
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